Cuando tenemos un problema en nuestro andar es que se nos hace necesario ayudarnos con bastones. Los bastones, conocidos por la mayoría, son un objeto de madera, acero o aluminio que nos ayuda a desplazarnos. Para el uso de bastones no hay edad, todas las personas en algún momento de su vida necesita de una ayuda extra para poder seguir caminando y no perder estabilidad.
Hay distintos tipos de bastones, los de una punta (Unipodales) y los de tres o cuatro puntas trípodes y cuádruples (Multipodales) se escogerá uno u otro dependiendo del apoyo que se necesite. Si con el uso del bastón seguimos teniendo dolor, debilidad o falta de equilibrio, es necesario acudir al médico, ya que puede que sea más conveniente usar unas muletas o un andador.
Unos consejos a seguir cuando se usa bastón:
- ¿En qué mano debe llevarse? Siempre en la mano opuesta a la pierna que necesita el apoyo.
- Antes de apoyar el peso en el bastón, la punta o puntas del bastón deben estar totalmente apoyadas en el suelo.
- Escoger el bastón adecuado para cada necesidad. Sobre todo tener en cuenta la altura.
- Los regatones del bastón (pieza de goma que cubre la punta) se desgastan con el uso. Debemos revisarlos para evitar llevarlos muy gastados ya que perderemos estabilidad.
- Tenemos que procurar mirar hacia delante, no hacia los pies y dando pasos cortos para no perder el equilibrio.
- Escoger un mango de bastón cómodo, no el más bonito.
- Bastones con asiento. Nos brindan un lugar donde descansar si es necesario, siendo ideales para pacientes con cansancio en la marcha.
- Bastones plegables. Podemos llevarlos en el bolso o cartera y desplegarlos en el momento de necesidad.
- Bastones con puño anatómico. El mango se adapta a la mano, escogiendo si lo necesitamos para la derecha o la izquierda.