Muchas personas, sin llegar a la ceguera total, no ven lo suficiente como para desenvolverse con independencia. El bastón verde llegó a la vida de los disminuidos visuales de la Argentina hace pocos años con el objetivo de permitirles desarrollar una mejor vida cotidiana.
Ir al supermercado, tomar el colectivo o simplemente caminar por el centro de la ciudad puede ser una odisea para quienes padecen problemas de baja visión.